Después de los nervios sufridos porque pensábamos que la huelga general (sí, otra huelga) iba a fastidiar la llegada de algunos compañeros ICEX (el aeropuerto se cerraba unas horas justo el día que se esperaban más invitados), al fin pudimos juntarnos París, Bucarest, Bratislava, Milán, Londres y las mexicanas en Atenas, aunque alguno llegó con un día de retraso y a otros, por suerte, les adelantaron el viaje.
La que más prisa se dio en llegar fue Cris, ICEX París, que ilusión abrir la puerta de la oficina y encontrarme con una cara conocida! A la tarde fuimos a por Susana, primera toma de contacto con la ciudad y café con vistas al Ágora Griega. Rodrigo, ICEX Bucarest, llegó justo para la cena y Carla y Alberto, ICEX Milán, y Lily, no se quisieron perder la noche ateniense, así que se presentaron para las copas, muy divertido revivir “momentos CEPSA” con una Mithos en la mano.
Al día siguiente se unió al grupo Laura, ICEX Bratislava, justo para el momento más duro del día (al menos para algunas ;-)) la escalada al Monte Likavitos – día de huelga general igual a “no hay funicular que suba la montaña” igual a “coge un taxi o vete andando” y a pesar de que casi sufrimos un par de bajas (yo entre ellas) todos conseguimos llegar a la cima e izar la bandera! somos jóvenes, tenemos energía y no hay que ser tan vago! Me alegré de subir, las vistas desde allí arriba merecían el gran esfuerzo, para la próxima, que la habrá, prometo estar más preparada física y psicológicamente.
Después de un descanso bien merecido cena en la taberna del barrio (por donde, me temo, pasarán todos los que vengan a verme ;-)), momento de parrillada de carne y pescadito frito, y en esta ocasión Álvaro, ICEX Londres, a la velocidad de la luz, llegó para los entrantes. No salimos de allí sin brindar con toda la variedad de licores-orujos griegos, regalo de la casa: ouzo, rakí, el de miel frío, el de miel caliente... Terminamos bailando en el pub de moda de Pangrati, picando pepino y zanahoria (las tapas), por fin Shakira!, emulando a Keanu Reeves en Matrix… y algunos supieron sacar más partido a la noche que otros, ejem…
Por fin aterrizó Aitor, ICEX Milán, y para él y para todos, lo que más nos gusta, más sesión de paseos, tabernas (¡el tzatziki que no falte!), pubs… también hubo monumentos y excursiones, pero la menda trabajaba y, muy a su pesar, le tocó perderse esa parte…
Han sido unos días de no parar, trasnochar, madrugar, colas en el baño, preparar la maleta a todo correr, quitaojeras… pero lo he pasado genial, y a JP y a mí nos ha encantado teneros por aquí!… una pena que coincidierais con mi viaje a Estambul y no pudiera continuar la aventura griega con vosotros, en Santorini, en esa mansión de infarto, los famosos atardeceres… pero seguro que habrá más ocasiones para reanudar lo que empezamos en Atenas. ¡Hasta pronto!
domingo, 30 de marzo de 2008
lunes, 17 de marzo de 2008
Las islas Angistri y Aegina
Llegó el momento del primer baño de sol a orillas del mar aprovechando que en Grecia el día 10 era fiesta: Katharí Deftéra, el primer día de Cuaresma, que los griegos festejan volando cometas en todas las ciudades del país. La mejor opción, después de varios planes fallidos, fue ir a relajarnos a la isla de Angistri y parada en Aegina a la vuelta. (foto en el puerto del Pireo, por la mañana temprano antes de embarcar, con el típico carrito de "koulouris", rosquillas de pan con sésamo, uno de los vicios de los griegos y de todo el que lo prueba!)
Angistri es una isla pequeña en el golfo Sarónico (las islas más cercanas a Grecia, a una hora del Pireo). El tiempo, buenísimo, nos inflamos de vitamina D y nos llevamos un bonito bronceado de recuerdo. En realida aquello era como un gran monte de pinos rodeado de agua y tres aldeas a nivel del mar. Atravesar la isla de lado a lado, subiendo y bajando el monte, (nuestra actividad preferida aquellos días) nos llevó unas 2 horas. (al fondo se divisa nuestro hotel con vistas al mar ;-) y el enorme pinar!)
Las vistas eran espectaculares y, aunque no pudimos disfrutar del mar dándonos un chapuzón (el calor no era para tanto...), lo hicimos observando su agua cristalina y fotografiando sus colores... Y vamos con el tema gastronómico, que no es por ser pesada pero es que estuvimos los tres días comiendo pescado fresco, marisco, pulpo, calamares...madre mía! y qué bien cocinan allí, esos platos caseros... merece la pena ir a Angistri aunque sea sólo para comer! (con mis compis de viaje, Teresa, Carmen y Babis)
En la primera inspección de la isla, subiendo al monte, sólos, qué relax! olía a pino, aire puro y de fondo el sonio de las olas del mar... eso sí que fue purificación de cuerpo y alma!
Segunda expedición a Limenaria. Al bajar el monte nos esperaba un tentempié en una aldea con un par de calles (en verano seguramente aquello se multiplique), en una taberna de las auténticas y con gente encantadora. La mejor recompensa después de caminar 6km, o eran 4,5km o 4km...? encontramos varias señales en el camino y cada una indicaba una cosa diferente!...
Y como siempre, curiosidades que llamaron nuestra atención:
A la llegada a la isla nos hacen ir a buscar a Mr Dyonisos a un hotel que no era el nuestro, nos dicen que el señor nos va a ayudar y llevar al que sí lo es (a sólo 100m)... sin entender muy bien por qué, hicimos lo que nos decían y ahí está! el señor, muy amable, dueño de tres hoteles de la isla nos quería llevar las maletas con su servicio "moto exprés"!
Lo primero que vemos al llegar, esta pequeña playa con la típica iglesia de las islas, de ese azul griego...
Y en una de nuestras excursiones nos encontramos en medio de la montaña estas dos casas casi adosadas, de nuevo el "azul isla griega"...
En el mismo paseo, casas de lo más variopintas, ¿y esa escalera suspendida en el aire?
Nosotros decidimos ir andando a Limenaria, las otras opciones: bici, moto o coger este autobús que cubría el trayecto aldea grande - aldea chica...
Y como con dos días nos sobró y bastó para conocer la isla en profundidad, las aldeas y hacernos colegas de los vecinos, el último día decidimos pasarlo en Aegina, que comparada con Angistri me pareció la gran metrópoli! tiendas, restaurantes, puerto náutico, coches... habíamos regresado a la civilización!
Al fondo, los pulpos que ya se empiezan a ver colgados en los puertos. Tomando el sol, secándose, te puede alterar un poco el estómago sobre todo si te toca comer con uno encima, pero cuando pruebas la versión "pulpo a la brasa", muy típico, os aseguro que repitís!
Y donde casi nos volvemos a sentar para comer marisco fresco fue en este callejón justo detrás de la pequeña lonja al lado del puerto. Las mesas están colocadas junto a los puestos de pescado, parecía que hasta los mismos pescaderos te lo preparaban en la mesa y aunque el olor era un poco fuerte (como comer dentro de una pescadería) creo que cualquiera haría el esfuerzo...
En esta foto, la terraza en la que desayunamos una de las mañanas... Hemos desconectado de verdad en estos tres días, descansar en plena naturaleza y comer a cuerpo de rey el principal motivo, que sumado a comida de calidad, pescaíto, sol y ejercicio, es igual a vida sana!
Angistri es una isla pequeña en el golfo Sarónico (las islas más cercanas a Grecia, a una hora del Pireo). El tiempo, buenísimo, nos inflamos de vitamina D y nos llevamos un bonito bronceado de recuerdo. En realida aquello era como un gran monte de pinos rodeado de agua y tres aldeas a nivel del mar. Atravesar la isla de lado a lado, subiendo y bajando el monte, (nuestra actividad preferida aquellos días) nos llevó unas 2 horas. (al fondo se divisa nuestro hotel con vistas al mar ;-) y el enorme pinar!)
Las vistas eran espectaculares y, aunque no pudimos disfrutar del mar dándonos un chapuzón (el calor no era para tanto...), lo hicimos observando su agua cristalina y fotografiando sus colores... Y vamos con el tema gastronómico, que no es por ser pesada pero es que estuvimos los tres días comiendo pescado fresco, marisco, pulpo, calamares...madre mía! y qué bien cocinan allí, esos platos caseros... merece la pena ir a Angistri aunque sea sólo para comer! (con mis compis de viaje, Teresa, Carmen y Babis)
En la primera inspección de la isla, subiendo al monte, sólos, qué relax! olía a pino, aire puro y de fondo el sonio de las olas del mar... eso sí que fue purificación de cuerpo y alma!
Segunda expedición a Limenaria. Al bajar el monte nos esperaba un tentempié en una aldea con un par de calles (en verano seguramente aquello se multiplique), en una taberna de las auténticas y con gente encantadora. La mejor recompensa después de caminar 6km, o eran 4,5km o 4km...? encontramos varias señales en el camino y cada una indicaba una cosa diferente!...
Y como siempre, curiosidades que llamaron nuestra atención:
A la llegada a la isla nos hacen ir a buscar a Mr Dyonisos a un hotel que no era el nuestro, nos dicen que el señor nos va a ayudar y llevar al que sí lo es (a sólo 100m)... sin entender muy bien por qué, hicimos lo que nos decían y ahí está! el señor, muy amable, dueño de tres hoteles de la isla nos quería llevar las maletas con su servicio "moto exprés"!
Lo primero que vemos al llegar, esta pequeña playa con la típica iglesia de las islas, de ese azul griego...
Y en una de nuestras excursiones nos encontramos en medio de la montaña estas dos casas casi adosadas, de nuevo el "azul isla griega"...
En el mismo paseo, casas de lo más variopintas, ¿y esa escalera suspendida en el aire?
Nosotros decidimos ir andando a Limenaria, las otras opciones: bici, moto o coger este autobús que cubría el trayecto aldea grande - aldea chica...
Y como con dos días nos sobró y bastó para conocer la isla en profundidad, las aldeas y hacernos colegas de los vecinos, el último día decidimos pasarlo en Aegina, que comparada con Angistri me pareció la gran metrópoli! tiendas, restaurantes, puerto náutico, coches... habíamos regresado a la civilización!
Al fondo, los pulpos que ya se empiezan a ver colgados en los puertos. Tomando el sol, secándose, te puede alterar un poco el estómago sobre todo si te toca comer con uno encima, pero cuando pruebas la versión "pulpo a la brasa", muy típico, os aseguro que repitís!
Y donde casi nos volvemos a sentar para comer marisco fresco fue en este callejón justo detrás de la pequeña lonja al lado del puerto. Las mesas están colocadas junto a los puestos de pescado, parecía que hasta los mismos pescaderos te lo preparaban en la mesa y aunque el olor era un poco fuerte (como comer dentro de una pescadería) creo que cualquiera haría el esfuerzo...
En esta foto, la terraza en la que desayunamos una de las mañanas... Hemos desconectado de verdad en estos tres días, descansar en plena naturaleza y comer a cuerpo de rey el principal motivo, que sumado a comida de calidad, pescaíto, sol y ejercicio, es igual a vida sana!
jueves, 13 de marzo de 2008
Berlín, Berlín...
Me daba pereza empezar a escribir la entrada de Berlín y recordar el frío que pasamos pero es que ¡ya vamos con retraso! Bueno, en realidad aquello fue un viento huracanado (literalmente), combinado con esa típica lluvia incómoda que se te cala por todos lados… no nos separamos de nuestros gorros, guantes, bufandas, dos pares de calcetines y abrigos en todo el finde. Y ¿a quién se le ocurre ir a Berlín el fin de semana en el que la Tormenta Emma azota el país y la ciudad?... vientos de hasta 200 km/h…
Pero Berlín también nos dejo momentos muy buenos con los amigos, imágenes bonitas, sorpresas, diversión y un super apartamento en el centro! Sí, a pesar de todo, de no sentir ni las manos ni los pies, de tener que ir agarrada a la barandilla para que el viento no me lanzara al río, de ver la ciudad con la cara empapada de agua, Berlín me encantó!
Adrián nos esperaba en el apartamento que habíamos alquilado, qué curiosidad por ver si eso tan barato era lo más parecido a una casa o a una pocilga… y ooooh!! sorpresa, hacía tiempo que no veía un piso en condiciones! estaba genial, incluso decorado con buen gusto, primera prueba superada. No tardamos mucho en salir, teníamos que aprovechar y estábamos hambrientos. Nos alegró ver que había sitios abiertos a todas horas aunque, sin dar muchas vueltas, por si era pura casualidad, nos metimos en el primero que encontramos. Si digo que es el sitio más raro en el que he estado no exagero (varias plantas y ambientes, para cenar, bailar...) pero es lo bonito de Berlín, sitios diferentes, que tienen algo especial y en los que lo pasas bien. (en la foto, camino del baño de las chicas y en él)
Después de una noche muy larga, un buen desayuno. El sitio, otra sorpresa, un local pequeño, como la entrada de una casa, donde unos señores mayores habían colocado una cocina y unas estanterías con productos para vender. Majísimos, nos alimentaron con sus dulces caseros y casi no salimos de allí! Antes de marcharnos la señora nos dice “id a resguardaros a casa que viene una tormenta muy fuerte del sur, los alemanes se han ido a casa, no hay nadie en la calle…” y nosotros “sí, sí, gracias, gracias…” y pensando “qué exagerados que son estos alemanes…” (ingenuos, no sabíamos lo que nos esperaba, pero el nubarrón negro sobre El Fernsehturm hablaba por sí sólo)
El tour empezaba en la Puerta de Brandenburgo, la entrada al "Nuevo Berlín". Lo que decían en su web: “…gratuito, también en español, todos los días del año, haga el tiempo que haga…” (pero, ¿con amenaza de ciclones también? Pues parece que sí…) Y empezaron nuestras 4 horas de tour hasta que cobardes nos dimos por vencidos en nuestra lucha contra la tempestad, y después de pagarle al guía por el extra-esfuerzo de aquel día, nos despedimos de él y de los valientes que seguían.
Una lástima porque el chico era bastante bueno, pero no nos enterábamos de sus explicaciones, sus palabras de verdad que se las llevaba el viento, los pies nos dolían no de andar, sino del frío, veíamos los monumentos borrosos por la lluvia en la cara y fotos las justas, a no ser que te quisieras cargar la cámara… Oh my God! Necesitábamos una sopa caliente! Y a por eso fuimos! Aunque nuestro esfuerzo como turistas no fue menos y ahí van algunas imágenes:
Monumento a los Judíos de todo Europa asesinados por el Holocausto. Un impresionante laberinto formado por 2711 bloques de hormigón a diferentes alturas... de lo que más me gustó.
El Checkpoint Charlie, el paso fronterizo más famoso del Muro de Berlín que separaba la parte americana de la soviética.
Y por ahí pasaba el Muro de Berlín, eso es justo detrás de la Puerta de Brandenburgo
Por fin el famoso Muro de Berlín (parte de lo que han conservado), qué gusto da ver que sólo queda algunos metros de lo que fue una detestable barrera que dividió a una nación y separó a familias, amigos...
Cuando la lluvia se tomó un descanso fuimos a conocer más sitios del centro: la ópera (en la foto), la catedral, los museos, y la verdad es que todo es precioso, gente por todos lados, no me quiero ni imaginar el ambientazo que tiene que haber en verano.
Otra vez teníamos que entrar en calor (la bici de Adri ayudó) y por fin un restaurante típico alemán para probar las salchichas! Qué ricas…Por la noche, después de recuperar fuerzas en nuestro dulce hogar, a la zona que nos recomendó Isa (ICEX Berlín) Qué pena no poder vernos al final! fue difícil coincidir y con ese mal tiempo… pero qué bien lo tienes que pasar en tú ciudad! … tampoco hubo forma de coincidir con la quedada de informáticos ICEX que casualmente pasaban por allí…
La verdad es que lo pasamos muy bien, nos pareció una ciudad singular, muy acogedora (otra sorpresa), con una oferta cultural muy amplia, adecuada para gente joven de todos los gustos y estilos, cosmopolitan, interesante y barata! (al menos más de lo esperado). Será uno de los destinos a los que volveré, pero para la próxima más días y en verano, que hay muchas cosas que ver, que aprovechar y con las que deleitarse.
Pero Berlín también nos dejo momentos muy buenos con los amigos, imágenes bonitas, sorpresas, diversión y un super apartamento en el centro! Sí, a pesar de todo, de no sentir ni las manos ni los pies, de tener que ir agarrada a la barandilla para que el viento no me lanzara al río, de ver la ciudad con la cara empapada de agua, Berlín me encantó!
Adrián nos esperaba en el apartamento que habíamos alquilado, qué curiosidad por ver si eso tan barato era lo más parecido a una casa o a una pocilga… y ooooh!! sorpresa, hacía tiempo que no veía un piso en condiciones! estaba genial, incluso decorado con buen gusto, primera prueba superada. No tardamos mucho en salir, teníamos que aprovechar y estábamos hambrientos. Nos alegró ver que había sitios abiertos a todas horas aunque, sin dar muchas vueltas, por si era pura casualidad, nos metimos en el primero que encontramos. Si digo que es el sitio más raro en el que he estado no exagero (varias plantas y ambientes, para cenar, bailar...) pero es lo bonito de Berlín, sitios diferentes, que tienen algo especial y en los que lo pasas bien. (en la foto, camino del baño de las chicas y en él)
Después de una noche muy larga, un buen desayuno. El sitio, otra sorpresa, un local pequeño, como la entrada de una casa, donde unos señores mayores habían colocado una cocina y unas estanterías con productos para vender. Majísimos, nos alimentaron con sus dulces caseros y casi no salimos de allí! Antes de marcharnos la señora nos dice “id a resguardaros a casa que viene una tormenta muy fuerte del sur, los alemanes se han ido a casa, no hay nadie en la calle…” y nosotros “sí, sí, gracias, gracias…” y pensando “qué exagerados que son estos alemanes…” (ingenuos, no sabíamos lo que nos esperaba, pero el nubarrón negro sobre El Fernsehturm hablaba por sí sólo)
El tour empezaba en la Puerta de Brandenburgo, la entrada al "Nuevo Berlín". Lo que decían en su web: “…gratuito, también en español, todos los días del año, haga el tiempo que haga…” (pero, ¿con amenaza de ciclones también? Pues parece que sí…) Y empezaron nuestras 4 horas de tour hasta que cobardes nos dimos por vencidos en nuestra lucha contra la tempestad, y después de pagarle al guía por el extra-esfuerzo de aquel día, nos despedimos de él y de los valientes que seguían.
Una lástima porque el chico era bastante bueno, pero no nos enterábamos de sus explicaciones, sus palabras de verdad que se las llevaba el viento, los pies nos dolían no de andar, sino del frío, veíamos los monumentos borrosos por la lluvia en la cara y fotos las justas, a no ser que te quisieras cargar la cámara… Oh my God! Necesitábamos una sopa caliente! Y a por eso fuimos! Aunque nuestro esfuerzo como turistas no fue menos y ahí van algunas imágenes:
Monumento a los Judíos de todo Europa asesinados por el Holocausto. Un impresionante laberinto formado por 2711 bloques de hormigón a diferentes alturas... de lo que más me gustó.
El Checkpoint Charlie, el paso fronterizo más famoso del Muro de Berlín que separaba la parte americana de la soviética.
Y por ahí pasaba el Muro de Berlín, eso es justo detrás de la Puerta de Brandenburgo
Por fin el famoso Muro de Berlín (parte de lo que han conservado), qué gusto da ver que sólo queda algunos metros de lo que fue una detestable barrera que dividió a una nación y separó a familias, amigos...
Cuando la lluvia se tomó un descanso fuimos a conocer más sitios del centro: la ópera (en la foto), la catedral, los museos, y la verdad es que todo es precioso, gente por todos lados, no me quiero ni imaginar el ambientazo que tiene que haber en verano.
Otra vez teníamos que entrar en calor (la bici de Adri ayudó) y por fin un restaurante típico alemán para probar las salchichas! Qué ricas…Por la noche, después de recuperar fuerzas en nuestro dulce hogar, a la zona que nos recomendó Isa (ICEX Berlín) Qué pena no poder vernos al final! fue difícil coincidir y con ese mal tiempo… pero qué bien lo tienes que pasar en tú ciudad! … tampoco hubo forma de coincidir con la quedada de informáticos ICEX que casualmente pasaban por allí…
La verdad es que lo pasamos muy bien, nos pareció una ciudad singular, muy acogedora (otra sorpresa), con una oferta cultural muy amplia, adecuada para gente joven de todos los gustos y estilos, cosmopolitan, interesante y barata! (al menos más de lo esperado). Será uno de los destinos a los que volveré, pero para la próxima más días y en verano, que hay muchas cosas que ver, que aprovechar y con las que deleitarse.
miércoles, 5 de marzo de 2008
El Oráculo de Delfos
Con la anticipada primavera y coincidiendo con la visita de Sandra y Vivi fuimos a visitar el Oráculo de Delfos. Este santuario dedicado al dios Apolo estaba entre mis preferencias desde que llegué a Atenas, ya estaba ansiosa por ir a conocerlo y la verdad es que regresé más satisfecha de lo que esperaba.
El tour lo organizaba la “Hellenic American Union School” y cómo son estos greco-americanos! no se les escapó ni un detalle: libro muy completo de Delfos y sus museos para cada uno antes de partir, guía en inglés y griego, visita al Santuario de Delfos, visita a Aráchova (a la que llaman la Mikonos de Grecia en invierno) y en esta bonita ciudad, comida en taberna griega de la que salimos bien saciados! (en la foto reconstrucción de lo que fue...la colina sigue siendo la misma y hay que ir subiendo y subiendo...)
En la excursión, junto con María, Sandra y Vivi, más compañeros de la Hellenic y algunos profesores. Y qué joven me hicieron sentir, fue lo más parecido a los viajes que hacíamos en primaria: “¡Chicos! ¡No os despistéis! ¡Faltan tres! ¡A esta hora aquí! ¡Después del museo nos reunimos allí! ¡Hora libre para las compras! ¡No tardéis que se va el autobús!”
Aquí una imagen del museo con nuestra guía, que en los momentos de descanso nos regalaba sus conocimientos de mitología griega y ahora es la culpable de que haya recuperado el interés por los Titanes, Dioses y Héroes. A la derecha "El Auriga", dicen que es el bronce más perfecto que nos ha llegado de la Antigüedad (476 a.C. más o menos); fue una de las piezas del museo que más me impresionó, con sus 1,80m de estatura, ojos de cristal y un sin fin de detalles (pliegues de la túnica, rizos del pelo, manos...): simplemente perfecta!
Lo que queda de los monumentos, su historia, te deja con la boca abierta, pero es especialmente el entorno lo que hace mágico y único a este sitio.
¿Y el Oráculo? para los que no se quieren molestar en investigar, brevemente os traigo la definición de la Wikipedia al blog: "...El Óraculo de Delfos fue un gran recinto sagrado dedicado principalmente al dios Apolo que tenía en el centro su gran templo, al que acudían los griegos para preguntar a los dioses sobre cuestiones inquietantes..." (en la foto el gran templo de Apolo).
Y según vamos subiendo niveles por la Vía Sacra nos encontramos con El Teatro del siglo IV. Aquí la Pitonisa vaticinaba sus oráculos, y de ellos se dice que siempre tenían dos lecturas por lo que nunca fallaba; según donde pusieras la coma, sus frases significaban algo totalmente diferente. En la foto con los compañeros de excursión. Allí paramos para recuperar un poco el aliento.
Y en la cima de la colina, donde sólo llegamos unos cuantos, El Estadio del siglo III a.C. Lo tuvimos que ver desde la distancia porque hay una parte en reconstrucción, pero llegar hasta allí arriba, lo que parece casi un logro (por sus pendientes y la distancia), mereció la pena.
Y este sitio arqueológico es lo que se conocía como la "Gran Excavación", después de que en 1893 empezara una de las mayores excavaciones de la historia de la arqueología dirigida por la Escuela Francesa de Atenas. Ahí estoy bajando del Estadio y por el camino vistas tan impresionantes como éstas.
Siguiente parada: Aráchova. Llegó la hora de comer y en el mejor momento, estábamos agotados con tanto ejercicio y escaladas (cómo se nota que yo no lo practico mucho!...). De nuevo la deliciosa comida griega y esta vez con una novedad, el famoso queso ahumado propio de esa zona. Y después paseo por esa bonita ciudad de montaña, resort de invierno para los griegos ya que a pocos kilómetros está la estación de esquí del monte Parnaso.
Pero las excursiones no se acababan en Delfos, a Sandra y Vivi les tocaba conocer más en profundidá Atenas, visitas a monumentos, museos, gastronomía griega, compras, paseos por la ciudad, salidas nocturnas... y ahí van imágenes de algunos de los mejores momentos...
Con uno de los Evzones que ya vuelven a llevar el uniforme de verano. Pero qué altos son estos chicos... ¿he explicado alguna vez de dónde salen? Pues no, no es vocación, o al menos en la mayoría de los casos. Son chicos que tienen que hacer la mili; se hace una especie de casting, son elegidos por su altura y supuesta belleza y se les ofrece el puesto de Evzon durante su servicio militar, a lo que hay que añadir una suma de dinero interesante, claro...
Estas semanas la ciudad está inundada de corazones: en plazas, monumentos, puertas de hoteles, calles comerciales... es una exposición urbana, de las que recorren varios países, y la verdad es que la temática no podía ser más bonita ;-) Además sus originales diseños y tonalidades hacen que la ciudad tenga otro color...
Y tocó la visita a "las piedras". Aquí estamos en el Ágora Romana con la Torre de los Vientos al fondo. Hacía tan buen tiempo que daban ganas de tumbarse allí mismo, a la sombra de una columna y relajarse...
Chicas, ¡qué bien lo he pasado estos días!... En verano seguimos con las islas griegas y para entonces ya hago yo de guía que progreso adecuadamente en Mitología griega gracias al libro que me regalasteis ;-) Miss you!
El tour lo organizaba la “Hellenic American Union School” y cómo son estos greco-americanos! no se les escapó ni un detalle: libro muy completo de Delfos y sus museos para cada uno antes de partir, guía en inglés y griego, visita al Santuario de Delfos, visita a Aráchova (a la que llaman la Mikonos de Grecia en invierno) y en esta bonita ciudad, comida en taberna griega de la que salimos bien saciados! (en la foto reconstrucción de lo que fue...la colina sigue siendo la misma y hay que ir subiendo y subiendo...)
En la excursión, junto con María, Sandra y Vivi, más compañeros de la Hellenic y algunos profesores. Y qué joven me hicieron sentir, fue lo más parecido a los viajes que hacíamos en primaria: “¡Chicos! ¡No os despistéis! ¡Faltan tres! ¡A esta hora aquí! ¡Después del museo nos reunimos allí! ¡Hora libre para las compras! ¡No tardéis que se va el autobús!”
Aquí una imagen del museo con nuestra guía, que en los momentos de descanso nos regalaba sus conocimientos de mitología griega y ahora es la culpable de que haya recuperado el interés por los Titanes, Dioses y Héroes. A la derecha "El Auriga", dicen que es el bronce más perfecto que nos ha llegado de la Antigüedad (476 a.C. más o menos); fue una de las piezas del museo que más me impresionó, con sus 1,80m de estatura, ojos de cristal y un sin fin de detalles (pliegues de la túnica, rizos del pelo, manos...): simplemente perfecta!
Lo que queda de los monumentos, su historia, te deja con la boca abierta, pero es especialmente el entorno lo que hace mágico y único a este sitio.
¿Y el Oráculo? para los que no se quieren molestar en investigar, brevemente os traigo la definición de la Wikipedia al blog: "...El Óraculo de Delfos fue un gran recinto sagrado dedicado principalmente al dios Apolo que tenía en el centro su gran templo, al que acudían los griegos para preguntar a los dioses sobre cuestiones inquietantes..." (en la foto el gran templo de Apolo).
Y según vamos subiendo niveles por la Vía Sacra nos encontramos con El Teatro del siglo IV. Aquí la Pitonisa vaticinaba sus oráculos, y de ellos se dice que siempre tenían dos lecturas por lo que nunca fallaba; según donde pusieras la coma, sus frases significaban algo totalmente diferente. En la foto con los compañeros de excursión. Allí paramos para recuperar un poco el aliento.
Y en la cima de la colina, donde sólo llegamos unos cuantos, El Estadio del siglo III a.C. Lo tuvimos que ver desde la distancia porque hay una parte en reconstrucción, pero llegar hasta allí arriba, lo que parece casi un logro (por sus pendientes y la distancia), mereció la pena.
Y este sitio arqueológico es lo que se conocía como la "Gran Excavación", después de que en 1893 empezara una de las mayores excavaciones de la historia de la arqueología dirigida por la Escuela Francesa de Atenas. Ahí estoy bajando del Estadio y por el camino vistas tan impresionantes como éstas.
Siguiente parada: Aráchova. Llegó la hora de comer y en el mejor momento, estábamos agotados con tanto ejercicio y escaladas (cómo se nota que yo no lo practico mucho!...). De nuevo la deliciosa comida griega y esta vez con una novedad, el famoso queso ahumado propio de esa zona. Y después paseo por esa bonita ciudad de montaña, resort de invierno para los griegos ya que a pocos kilómetros está la estación de esquí del monte Parnaso.
Pero las excursiones no se acababan en Delfos, a Sandra y Vivi les tocaba conocer más en profundidá Atenas, visitas a monumentos, museos, gastronomía griega, compras, paseos por la ciudad, salidas nocturnas... y ahí van imágenes de algunos de los mejores momentos...
Con uno de los Evzones que ya vuelven a llevar el uniforme de verano. Pero qué altos son estos chicos... ¿he explicado alguna vez de dónde salen? Pues no, no es vocación, o al menos en la mayoría de los casos. Son chicos que tienen que hacer la mili; se hace una especie de casting, son elegidos por su altura y supuesta belleza y se les ofrece el puesto de Evzon durante su servicio militar, a lo que hay que añadir una suma de dinero interesante, claro...
Estas semanas la ciudad está inundada de corazones: en plazas, monumentos, puertas de hoteles, calles comerciales... es una exposición urbana, de las que recorren varios países, y la verdad es que la temática no podía ser más bonita ;-) Además sus originales diseños y tonalidades hacen que la ciudad tenga otro color...
Y tocó la visita a "las piedras". Aquí estamos en el Ágora Romana con la Torre de los Vientos al fondo. Hacía tan buen tiempo que daban ganas de tumbarse allí mismo, a la sombra de una columna y relajarse...
Chicas, ¡qué bien lo he pasado estos días!... En verano seguimos con las islas griegas y para entonces ya hago yo de guía que progreso adecuadamente en Mitología griega gracias al libro que me regalasteis ;-) Miss you!
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