domingo, 27 de julio de 2008

Mykonos ¿quién dijo no?!

A palabras necias: “demasiada gente en Mykonos” “no es para tanto”, oídos sordos; y es que Mykonos es una maravilla, ¡the Paradise! Como ya estábamos cansadas de leyendas urbanas sobre esto y lo otro en la isla, decidimos plantarnos allí las “tres Marías” para verlo con nuestros propios ojos. (con Marina y Marilchen)

Por unos instantes (3 min. para ser exactos) pensábamos que no cogíamos el ferry. Eso nos pasa por quedar después de trabajar en dos sitios diferentes por error y por coger un taxi cuyo conductor chulo, engreído, corto, inútil parecía disfrutar con nosotras dentro del coche y no sólo se confundió una y mil veces de puerta, sino que paraba el taxi cada poco con cualquier excusa! Hasta que histéricas gritamos “¡mueve el taxi yaaaaaaa, que no llegamooooooos, puerta 2!”. Nos subimos al ferry, nos acomodamos en cubierta y uff qué descanso…nuestra aventura empezaba y nuestra suerte cambió para mejor.

Al llegar nos estaba esperando la dueña de los estudios en el puerto. Nos comunicó que finalmente nos iba a llevar a las habitaciones del centro del pueblo porque estaban libres y no a las de un kilómetro a las afueras, como habíamos pactado y ¡pagado! Así que estuvimos en pleno centro, por menos precio, en una buhardilla con una terraza preciosa… (foto desde nuestra morada)

Por las calles del pueblo – sólo un par de principales – nos cruzamos con amigos de Atenas que coincidieron el mismo finde en la isla, también con nuestros compis de estudio, americanos, que habíamos conocido a la llegada. La isla es un pañuelo y ya que nosotros éramos unos cuantos: ¡vámonos de fiesta!

Todo fue perfecto y el fin de semana transcurrió así de bien:

Playa "Paradise", qué bien se está... arena fina, agua cristalina...una de las más famosa junto a "Super Paradise".

Empieza la fiesta! A las 5 pm suben el volumen de la música que te desvela en la tumbona, cita en los clubs de la playa para empezar a bailar entre baño y baño, al lado de la piscina o en la arena...

El ambiente que se respiraba, festivo, gente divirtiéndose de todos los países: América, Australia, Francia, Italia, Inglaterra, España, son algunos de los que andaban por allí...y con un único fin: pasarlo bien.

Las chicas de blanco continuando con la fiesta en el pueblo, en nuestro pub preferido el "Skandinavian Disco-Pub", buena música, buena terraza y buen ambiente...

Ha salido el sol, hora de volver a casa... ésa era la intención hasta que nos encontramos con un grupo de españoles, de Albacete para ser exactos, que estaban de despedida de soltero. Entre ellos Antonio ex-becario ICEX de la OFECOMES de Atenas (sí, uno de mis predecesores) el mundo es un pañuelo! más coincidencias y sorpresas en lo que quedaba de viaje, pero demasiado largo para contar aquí...

Claro que hubo turismo! Empezamos por la "Little Venice", la zona con más encanto de la ciudad, casas donde rompen las olas, se llama así precisamente por...sí, Venecia. Justo allí hay algún pub, precioso, con balconcito suspendido en el aire y cócteles exóticos, pero ¿el precio? de lo más caro de Mykonos!

Los tradicionales "Molinos de viento". Llaman la atención todos en línea, sobre el cerro, aprovechando ese viento típico de las Cícladas para mover sus aspas, aunque sea sólo para el disfrute de los turistas que suben hasta allí arriba o los contempla desde el pueblo.

Cafeterías en una de las numerosas callejuelas. Cuidan mucho el diseños no sólo de los sitios, sino de las calles y casas del pueblo, todas blancas con ventanas y balcones azules o rojos, de cuento!

Más casas, más balcones y más colores, para perderse...


Un descanso a la sombra con una ensalada fresquita que sirva de hidratación...(tantos giro-pitas y sol, no es bueno...)

Una de las calles principales y sus callejones con todo tipo de establecimientos: restaurantes, tiendas, heladerías...

Despedida de la playa antes de nuestros últimos bailes en el "Club Tropicana". Nos fuimos con pena pero con muy buen sabor de boca. (la playa "Paradise")

Fin de unos de los viajes más divertidos que he hecho desde que empecé mi aventura por tierras Helénicas. ¡Qué equivocados están algunos! hay que ir a Mykonos con amigos, familia, pareja, con quien sea, no habrá queja!

jueves, 17 de julio de 2008

Santorini y Naxos con la familia!

Llegó la visita más esperada del año: mis padres! y con ellos unos compañeros de viaje que, como siempre, no podían faltar, mis tíos y mi primilla Mari Carmen ;-) Toda la semana esperando y por fin el momento de coger el autobús para ir al aeropuerto y verlos salir por la puerta.

Diez días: Atenas, Santorini, Naxos, España en la final de la Eurocopa y Nadal en la final de Wimbledon, demasiadas emociones juntas y muchas cosas por hacer!

Atenas, después de un “pensábamos que iba a ser más parecido a Italia…” consiguió el visto bueno, y es que el caos, sumado a olas de calor, coches que se saltan los semáforos, las “no colas” en todos los sitios, tres en moto sin casco, pasos de peatones que duran tres segundos, perros callejeros en cada esquina, aceras llenas de obstáculos a lo mejor, sin baldosas a lo peor, poca iluminación en las calles… fue un poco shock para la primera toma de contacto con la ciudad. (fotos en el mercado de Monastiraki)

Pero donde hay arte e historia que se quite lo demás!… los monumentos, museos y vida de la metrópoli no decepcionaron, sino todo lo contrario. Se hizo el recorrido de rigor, empezando por el Acrópolis y finalizando por los museos, pasando por Plaka, subiendo al Likavitos, cenando en Monsatiraki y comprando en Ermoú.

Uno de los días grandes: la final de la Eurocopa. Turismo por la ciudad con unos toques de color: los de la bandera… toda la familia ataviada con camisetas, gorras, banderas para apoyar a la selección, como no podía ser de otra forma ;-) Y después de dejar nuestra huella en los lugares más significativos de la ciudad, al apartamento a ver la gran final. La quedada española: ¿Si ganamos? ¡A bañarnos en la fuente de Sintagma! Y así se hizo…

SANTORINI

Llega el momento más romántico del viaje. Visitamos la que es considerada isla más mágica de las Cícladas y puede que de toda Grecia. Y lo que nos encontramos nos gusto mucho, diferente y único:

Thira, la capital, casas blancas en la cima de una montaña, vistas impresionantes, callejuelas de postal, colores fascinantes.

Red Beach, playa volcánica de piedras y arena roja. El efecto con el agua era precioso, un rincón aislado y singular al que nos costó llegar (se nos olvidó las botas de montaña) pero no nos podíamos rendir viendo esa maravilla ahí abajo.

Para no perder detalle un crucero que incluía:

Excursión al Volcán. Obligatorio llevar botellas de agua!! Por suerte aún no era la temporada más calurosa y la subida no se hizo tan dura, aunque el viento no sólo hacía que se volaran sombreros, sino que nos cubrió todo el cuerpo con una bonita capa negra de polvo. (fotos de la subida y en el cráter, justo el punto donde todavía sale un poco de humo)

...a los Hot Springs, aguas termales, según dicen buena para la piel, en la caldera de Santorini. El barco nos llevaba cerca de los lodos, donde la temperatura era bastante más alta.

...a Thirassia, ahora una isla pequeña que antes de la erupción del volcán estaba unida al resto de la isla formando un círculo...

...a Oia, la ciudad más bonita y pintoresca, también en la cima, donde los turistas se congregan para ver el famoso atardecer de Santorini.

Con mi prima esperando a que el sol se fuera a dormir... fuimos al castillo de la ciudad, las mejores vistas, ¿el mejor sitio? el que tenía el perro...


NAXOS

La isla más grande de las Cícladas, protagonista en la Mitología griega, conocida por sus numerosas y bonitas playas de arena y agua transparente; pueblos de montaña pintorescos y nada explotados por los turistas, como Apirathos; la puerta Portará, que es lo que queda del grandioso Templo de Apolo (en un islote)...

Veníamos de un atardecer precioso para encontrarnos con otro que, como mínimo, era igual de espectacular. El paseo marítimo largo, elegante, sus yates, tabernas y cafeterías nos encantaron y nos recordó a las ciudades costeras más lujosas de España. (vistas desde nuestro apartamento)

Recorrimos toda la isla en coche para no perdernos las maravillas que comentaba anteriormente, y fue lo mejor que pudimos hacer.

Lo hemos pasado muy bien, pero como siempre en estos casos, cuando por fin nos hemos acomodado en la isla, nos sentimos uno más de sus lugareños, hemos dado con el restaurante que más nos gusta, nos hemos hecho un hueco en la playa… las vacaciones tocan a su fin.

Lo mejor: todo queda grabado en la mente, en las fotos y aún sigo disfrutando cuando cierro los ojos y recuerdo aquellos días con mi familia a la que siempre echo de menos.

miércoles, 16 de julio de 2008

Irlandesas en busca del sol...

Inés no faltó a su promesa y finalmente vino de visita a Grecia con tres amigas Ellen, Noelia y Genoveva.... Fue un fin de semana muy divertido, muy "Sex and the City" y con varios planes en la agenda.

El viernes llegaron hambrientas de nuevos sabores así que, al sitio que ya todos conocemos para cenar, el cretense Mikrí Voulí (ya da hasta vergüenza nombrarlo, pero es que es la tradición!). Después al centro, pub de diseño (no podía ser menos para mis chicas) y quedada con más amigos españoles.

El gran día: vestid lo más fresquito que tengáis, coged unas buenas gafas de sol, crema protectora y a la calle a conocer la ciudad! Empezamos por mi vecino, el antiguo Estadio Olímpico, conocido como Kalimármaro ("de mármol bonito") y de ahí, custodiadas por el Acrópolis, nos adentramos en Plaka, el barrio más característico y auténtico de la ciudad.

Coincidieron con la graduación de Marina, y después de dejarlas orientadas a los monumentos, me retiré para verlas más tarde en la cena de celebración...(foto de la ceremonia, al más puero estilo americano, y con Marina)

...y en “Akrotiri”, unas de las súper-megas discotecas de verano en la playa, en Glifada, zona posh de la ciudad. Allí bailamos hasta el amanecer descubriendo, para sorpresa de algunos, que estábamos al lado de una piscina y con el mar al fondo! –con tanta gente y de noche era difícil de percibir…

Unas horitas para reponernos y a la calle que aún hay cosas por ver. Día del mercado de Monastiraki, momento para las compras y la relajación; después de un sábado intenso hay que ir “sigá, sigá”, como dicen los griegos, con tranquilidad, comiendo por aquí, un café por allá, ahora entramos al Ágora, después más agua…

Por la noche, otra cita a la que no podíamos faltar: España – Italia en la Eurocopa. Nos juntamos en casa de Toni, nuestro ritual durante toda la competición para no romper la buena suerte de nuestro equipo ;-) Banderas, megáfonos, cantos de victoria, también parte del ritual…

¡Ganamos! – menos mal porque ya estábamos todos preocupados por Inés y su estado de ánimo, la más futbolera de todos!Y a pesar de que las chicas juraron y perjuraron que nos iríamos a la cama con Casimiro, la emoción pudo con nosotros y nos fuimos a celebrarlo hasta poco antes de que tuvieran que coger el ferry, con el tiempo justo para que hicieran las maletas, yes! ohMyGod! Que lunes me esperaba…

La primera parada del desfile español fue en un “italiano”; no fue mala leche, es que el dueño es como de la familia ;-) Encantadores, nos invitaron a limoncello – tuvieron que esconder la botella para que nos fuéramos, pero la vidilla que le dimos al restaurante difícilmente se repetirá…

Terminamos en un pub “irlandés” y tampoco fue mala leche, fue logística, buena música – música española-latina que llevamos en un CD - y un reservado especial para nosotros (¿o es que ya habían cerrado??), además las irlandesas estaban encantadas de volver a casa por unas horas. Allí nos despedimos de todos bailando al son de “Sabor de amor” o “La vida es un carnaval” qué clásicos y qué bien lo pasamos!

Y aunque el lunes delante del ordenador me acordé de todos y todas, Iker Casillas incluido, me lo pasé genial, me reí muchísimo con las chicas, me encantó ver a Inesita y lo volvería a repetir!

Los que también parece que se lo pasaron bien fueron los chicos que en septiembre piensan ir a la conquista de Dublín, en busca de su bandera – una larga historia, pero esta foto lo resume todo -. A mí me tendréis por allí tan pronto como pueda, me abristeis el apetito y ¡estaré encantada de veros otra vez! ¡Besazos para las cuatro!