domingo, 19 de octubre de 2008

Lo bueno duró un año…

…Y llegó el adiós a Atenea, la bajada de la Acrópolis, el último giro pita, la compra de suvenires, la devolución de mi fianza, mi dormitorio en las maletas, las despedidas de los amigos y compañeros de trabajo con los que tanto he compartido este año y que han formado parte de esta experiencia única y difícil de olvidar… (mi último día en Atenas y última foto en la oficina con compañeros de trabajo)

Fue un mes lleno de despedidas y sus correspondientes fiestas (aunque después del bullicio, el baile y la música siempre te quedaba un sabor amargo…). Primero tocó la despedida de Marina que se nos iba para Londres. ¿Pena por ella? ninguna, se iba a una ciudad impresionante donde me consta que ya lo está pasando en grande… la pena era porque ya no podríamos cotillear, reír, pasear y bailar juntas como lo solíamos hacer, ahora tendremos que coger un avión para poder vernos y seguir con lo nuestro… pero al menos la distancia no es tan grande…

Después la despedida de Toni, un pilar fuerte y buen organizador de alguno de los eventos que más nos hacían disfrutar en la ciudad. Otra fiesta que no queríamos que acabara nunca, pero a todos nos llega nuestro momento, sobre todo cuando estamos de paso en una ciudad… sé que en Atenas te reclaman todos los días, que cuando te escapas de Suiza para volver a comer musaka todo vuelve a ser igual y lo pasáis de maravilla...

Finalmente nuestro “hasta luego”… el de Juan Pablo, Fran y el mío… para ello cana en la Mikrí Vulí y así despedirnos de la taberna que tantas veces nos ha dado de comer… estuvieron casi todos, pedimos lo de siempre, terminamos brindando y cantando con rakí en mano, bailamos reggaetón griego en el mismo pub que pisé por primera vez en Atenas, los chicos estuvieron a nuestro lado hasta el final (casi de empalmada al trabajo)…

...lo pasé genial, fue muy emotivo, el broche perfecto para otra etapa en mi vida en la que he hecho muy buenos amigos, he conocido sitios maravillosos, una cultura apasionante, experiencias que nunca más se repetirán… un año que no vino y ya se fue...(un par de horas antes de que Pepe me llevara al aeropuerto, cenando con él y otros amigos)

Gracias a todos por haber estado conmigo en este viaje, lo bueno duró un año, esta aventura y este blog… Atenas, hasta siempre!