jueves, 26 de junio de 2008

Londres en verano...

... tiene otro color, la ciudad está más bonita. En vista de que el calor ya estaba apretando en Atenas y de que aún está por venir lo peor, decidí sacar mis rebecas de la caja e irme a Londres para recobrar un poco de aire fresco antes de entrar de lleno en los 35ºC griegos.

El tiempo, muy bueno para ser Londres, invitaba a salir fuera y esto lo aprovechamos bastante bien. Esta vez hubo más visitas a monumentos, y es que pasear por Londres en verano es otra historia, si el ambiente ya era bueno y la ciudad preciosa, en esta época es aún mejor, todo tiene un brillo especial, los parques, los edificios, hasta la gente...

Algunas de las fotos para seguir alimentando mi álbum de Londres:

Algunos van a pasar un fin de semana inolvidable en la ciudad: ¿pases VIP "for free" para ver a Eric Clapton y The Police entre otros? ¿a escasos metros de ellos? ¿mientras brindas con Champán y degustas los mejores canapés?...conociendo el precio de los valiosos pases estoy segura de que la cosa no se queda ahí... Chicos, eso sólo pasa en sitios como Londres! Javi y Sandra, disfrutad por mí!!!

En ocasiones la originalidad tiene que ser la justa, y es que es importante gozar con lo que más te gusta: ¡comida japonesa! Sobre todo si en Atenas cuesta tanto encontrar un buen restaurante oriental en el que no tengas que donar tus joyas o pasar por la cocina antes de salir.

Al fondo Convent Garden, uno de los puntos de la ciudad donde más ambiente hay: actuaciones en la calle, cafeterías, terrazas, pubs, la Opera House, teatros, tiendas... famoso por su mercado y precioso en Navidad, donde levantan uno de los abetos de la ciudad y villancicos suenan por todas las esquinas.

La "happy hour", 2 x 1, la mejor opción y momento del día para pasarlo bien al aire libre, con música, rodeados de gente y de buen rollo...

En pocos días, nunca hay tiempo suficiente para ver a todos los amigos en una ciudad tan grande, con tantas cosas por hacer. Pero no me fui sin ponerme al día con algunos de ellos disfrutando, en un barco en el Támesis, de lo más típico del pub inglés: salchichas, hamburguesa, patatas wedge con beicon, birra…

Tampoco nos olvidamos de apoyar a España en la Eurocopa! en el típico pub de barrio, por ahí perdido (íbamos camino de un encuentro con españoles al que nunca llegamos por un infinito atasco...) Estuvimos más arropados que nunca por lo ingleses que esta vez se quedaron fuera de la competición; el cariño que tienen a Torres, "the Kid", supongo que contribuyó a ello...

Hyde Park, mi rincón, el pulmón de la ciudad que sirve de terapia para todo y donde puedes pasar horas y horas sin cansarte, feliz en plena naturaleza desconectando de la ciudad, del trabajo, del ruido...

La casa que me acogió durante tres años, de la que guardo tan buenos recuerdos y su jardín privado, donde tantos veranos intentamos atraer esos excepcionales rayos de sol que se dejaban asomar por la capital.

Al fondo, uno de los autobuses antiguos que ha mantenido la ciudad; el transporte de Londres tenía que modernizarse por el bien de todos, pero no podía perder su esencia, así que aún se puede ver alguno que cubre una de las líneas del centro.

Con Sandra en las puertas de hierro que llevan al Palacio de Buckingham al fondo y a St. James's Park a la izquierda, el "royal park" más antiguo y desde donde se puede conseguir, desde mi punto de vista, la mejor foto del Palacio (en realidad no es ningún secreto: desde el medio del puente que hay sobre el lago)...

Palacio de Buckingham que mostraba sus mejores galas posiblemente bueno, sin duda, por la visita de George Bush a la Reina. Fue entonces cuando entendimos qué hacía la policía antiterrorista rastreando los parques de la zona y paseándose en blindados por los alrededores...

Y la última mención es para Carnaby Street, zona comercial de Londres famosa por sus tiendas de ropa y complementos modernistas, muy famosa y frecuentada por grupos de música en los años 60 que iban en busca del estilo Mod y por la que preguntan todos los turistas cuando llegan a Londres.

De nuevo regreso enamorada de la ciudad, de Mr. Big Ben y de su numerosa familia, que no dejan de sorprenderte a cada paso, culpables de que siempre quiera volver.

jueves, 19 de junio de 2008

Chipre, como en casa...

Con el buen tiempo, el termómetro sobrepasando los 30ºC, las terrazas en las calles, el frappé fresquito, la playa, los helados… cada vez cuesta más estar en casa y sobre todo dedicar más de tres minutos al blog. Así que, con retraso y con mil cosas que contar a la cola, hablemos de Chipre.

Hace casi un mes tuve que ir a "visitar" la Feria Internacional de Chipre. María, mi compañera de trabajo también se apuntó a la excursión (primera foto en el avión a las 6am muertas de sueño).

La supuesta visita a la feria para hacer un informe, desembocó en montaje y atención de un estand durante el fin de semana porque la oficina al final participó, pero mejor no hablar del tema... la buena noticia es que sorprendentemente el horario de la feria era de 6pm a 11pm, así que teníamos toda la mañana para disfrutar con los amigos de María y conocer el país. (foto en el estand de España)

En la capital Nicosia, la única ciudad europea dividida en dos, visitamos la famosa “Línea Verde” que separa la zona grecochipriota de la turcochipriota. El muro se derribó en 2007 y desde abril de 2008 está abierto el paso en la calle Ledras, en el casco histórico de Nicosia, para que los peatones puedan cruzar de una zona a otra, y así lo hice.

La diferencia entre ambas salta a la vista; la parte griega con bastante buen nivel de vida, lo que se aprecia en edificios, calles, cochazos, estilo de la gente… y la parte turca, pobre, pobre… (comienzo de la zona turcochipriota en la foto)

Una de las curiosidades, la bandera turca que los turcochipriotas han puesto en esa montaña para señalar su territorio; por la noche se ve una de la dos iluminada.

Lo que pudimos visitar de la isla me gustó mucho. Nos llamó la atención lo montañoso que es el país. Fuimos a Lefkara, un pueblo de montaña que me recordó a algunos de los típicos de España, los colores, las casas...(con Louiza y María en la calle principal)

Lo más típico de Lefkara y por lo que es famoso: el ganchillo. Todo lo que te puedas imaginar hecho de croché, un museo en la calle que llamaba la atención de los turistas.

En busca de una sombra por una de las callejuelas del pueblo. El calor era asfixiante, pero mereció la pena perderse por allí.

Para refrescarnos, nada mejor que ir a la caza de la brisa en el mar. Fuimos a una zona famosa de restaurantes a pie de playa a comer lo típico: pescado y marisco. Los grecochipriotas, al igual que los griegos, piden para un regimiento y la mesa cargada de comida parecía la de una buena boda. Pudimos probar de todo - más de 10 platos diferentes - pero también sobró de todo, una lástima... (haciendo la digestión fuera del restaurante con Louiza y Louis)

Vuelta al calor, yo estaba encantada, para visitar un parque de camellos en medio de una zona desértica. Me volví a trasladar a Egipto por unos momentos... lo que más me gustó fue ver a crías de camellos, algunos eran tan pequeños...

Museo de cómo era Chipre hace unos cuantos años... resulta familiar, ¿verdad?

También visitamos Limassol, la segunda ciudad principal y centro turístico importante en la isla. Me encantó, el paseo marítimo daba envidia y las casas al lado del mar parecían palacetes, todo precioso y muy bien cuidado. En estas ciudades se veía el toque de los británicos; además del hecho de conducir por la izquierda, les han dejado sus típicos pasos de peatones con farolas, el diseño de los edificios, diferentes a los griegos, su oferta internacional en todo lo imaginable: restaurantes, tiendas… (tomando un frappé en una de las cafeterías al lado del mar, el sitio era una pasada)

Ahora entiendo por qué algunos griegos consideran Chipre como otra de sus islas. La diferencia, si la hay, entre unos y otros es mínima: muy agradables, espléndidos y esa generosidad característica griega. Los amigos de María nos trataron de maravilla, no nos permitieron pagar nada, nos mimaron y cuidaron como a uno más de la familia; mil gracias! Παιδιά, σας ευχαριστώ πάρα πολύ για όλα!