jueves, 11 de septiembre de 2008

Meteora y sus monasterios

“No me quiero ir de Grecia sin subir allí arriba!” la frase que tantas veces he repetido durante este año. Con “allí arriba” me refería a Meteora: un paraje único que deja boquiabierto a cualquiera, caracterizado por sus monasterios “suspendidos en el aire”, como encajados en la cima de bloques gigantes de piedra tallados por la erosión. Mis compañeros de fatigas esta vez: Javi (ya es un fijo y casi experto en cultura helénica), Alicia y María, que no sabían las estresantes vacaciones que les esperaban ;-)

Llegamos por la noche después de 7 horas en la carretera; la distancia es menor, pero esto es ante todo Grecia, donde los atascos se convierten en tu amigo inseparable de viaje, además teniendo en cuenta que nos perdimos, que nos volvimos a despistar y alguna parada entre medias para estirar las piernas y disfrutar de las nuevas regiones por las que pasábamos...

Y lo de perderse no es nada difícil, todo lo contrario a ser copiloto que es tarea imposible en las carreteras griegas (no hablemos del pobre conductor)... No sólo porque casi todo el pavimento está levantado por obras y te desvían a sitios que no aparecen ni en el mapa sino porque, y en esto ya me repito, las señales de tráfico brillan por su ausencia en este país o simplemente no se corresponden con la realidad: “Qué alguien me explique por qué indican a “150 km” y 20 km más adelante a “230 km” tratándose de la misma ciudad!”...



Pero ese largo trayecto que empezaba a ser desesperante mereció la pena especialmente cuando entramos en Kalambáka (el pueblo donde nos alojábamos, a los pies de los monasterios de Meteora) Lo que al principio nos pareció como una especie de neblina (“¿en un caluroso día de verano?”) no era más que el efecto de esos gigantes de piedra iluminados! Im-presionante!!! No había visto nada igual en mi vida!

La siguiente alegría para el cuerpo fue nuestro hotel, Pyrgos Adrachti hotel, rústico, “casi a estrenar”, acogedor, el más apropiado para la zona, dueños encantadores, un 10, entre dos de las torres de piedra, con unas vistas preciosas a los monasterios...

Pero el día grande empezó a la mañana siguiente, cuando con nuestro coche empezamos a subir por esas carreteras que conectan unos bloques de piedra con otros y sus monasterios. El paisaje era de cuento, sólo disfrutando de él y fotografiándolo puedes invertir todo el día!

En la actualidad se pueden visitar 6 Monasterios y nosotros escogimos para inaugurar la ruta el más importante, visitado y de mayor tamaño: El Gran Meteoro. Muy elevado, su acceso, como el de la mayoría, es a través de una carretera que va más o menos hasta su misma altura, para finalmente entrar en él mediante una escalera y pasadizo escalado en la roca. En el caso de otros monasterios, la entrada es mediante un puente que conecta la carretera y el monasterio.

La bodega y cocina en el Monasterio Gran Meteoro.

En la antigüedad se usaban unas redes que servían como ascensor para que pudieran subir y bajar los monjes, así como sus víveres. Esto es un ejemplo de una de las que aún en la actualidad se dice que emplean para la comida. En algunas guías comentan que sólo los Popes importantes cuando van de visita usan el método tradicional de polea para llegar al monasterio, y no sé si es cierto pero no lo veo nada recomendable teniendo en cuenta el estado en el que está este sistema...



Una excursión preciosa y divertida, con todos los ingredientes necesarios, que terminó con una visita fugaz al Oráculo de Delfos y acabó con nuestra energía! (a pocos minutos de que cerraran la oficina de alquiler de coches aún estábamos perdidos, sí otra vez, en una de las calles que llevan al centro de Atenas sin saber cómo llegar a nuestra meta final! Pero milagrosamente lo conseguimos...) ¿Que sería de un buen viaje sin este tipo de contratiempos? Chicos, tenemos pendiente la próxima aventura, voy preparando mi propuesta de viajes, estaba pensando en algo más relajado... aunque sé que con vosotros eso es imposible! De momento nos vemos en Madrid!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Viaje grande donde los haya :) fue mortal pero como dices mereció la pena...!!! y acabar cenando en una preciosa taberna cretense después de tanto estres acumulado también fue estupendo!! dispuesta a repetir (pero el prox de tranquilo nada!! con lo divertida que es la emoción!)Ali

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo, busquemos emociones, fuertes si puede ser, pero no por las carreteras Griegas, madre mia!!! ....por un momento pense estar atravesando Europa....

..Paso palabra, cierro los ojos, un 6 doble, y tiro por que me toca...cruzo el charco, me veo conduciendo un bonito descapotable por esa famosa Ruta 66 (sigo soñando..)

No envido, esto es un Ordago para el Verano 09!! Te vienes??? Saludos

Anónimo dijo...

El otro día ví en España, en la televisión, un documental sobre Grecia y precisamente estuve viendo esos Monasterios; pero he de decir que tu blog no le tiene ninguna envidia al documental. Viendo el reportaje y viendo el blog desde el principio has sabido ofrecernos todo lo principal de Grecia, ofreciéndonos una visión muy completa. Todo lo que veía en el reportaje de la TV ya lo conocía por tu blog. Has sabido sintetizar todo lo importante de ese maravilloso país. Te doy las gracias por hacernos viajar a través de tu blog a las personas que no podemos viajar "in situ". Delfín.

Eva y Javi dijo...

Delfín, te has ganado una cerveza! llévame a un sitio q te guste que pago yo ;-)

Ali! miedo me das... deja q me recupere un poco en casita y estaré lista para el siguiente viaje, la ruta del 6 doble me parece buena idea...

Besos para todos!