
Sábado 16 de agosto, puente también en Grecia para descansar en casita, reponerme de los últimos viajes y visitas y prepararme para la siguiente que llega en unos días. La casa para mí solita, Olimpiadas de Pekín 24/7, colgado el “no molestar”, segundo oro olímpico para España de Joan Llaneras, aire acondicionado al máximo, 38ºC ahí fuera ¿se puede estar mejor? No creo…

Mi hermana ha repetido pero esta vez con su novio Rafa y pasándose por las islas que en verano es lo que toca y lo que te pide el cuerpo. Se reían de Atenas porque venían de una ola de calor y alerta naranja en Jaén, pero no sabían lo que les esperaba… aquella mañana en la que se despertaron casi sin poder respirar llegó mi turno: ¡sorpresa! Ola de calor en Atenas y con humedad, pero tranquilos no creo que pasemos de los 42ºC a la sombra… (paseando por Pláka)

Justo llegaron y nos fuimos a la calle para hacer las rutas “abiertas” de la ciudad, es decir, iglesias bizantinas más importantes, Catedral, mercado de Monastiráki, Pláka, Parlamento, Jardines Nacionales, yacimientos arqueológicos en recintos abiertos… el Acrópolis, Ágoras, Museos, etc. lo dejaba para Raquel y Rafa, no me veo capaz de volver a entrar en ellos y menos con este calor! (debajo del Arco de Adriano)

Como mi hermana ya se conocía Atenas casi perfectamente, durante la semana hizo de buena anfitriona por mí, que tenía que trabajar, aunque a las 3pm ya estaba preparada para unirme a los planes, darlo todo y llevarles a comer a un buen sitio. (entrada principal de los Jardines Nacionales)

Mi hermana y yo con los sombreros que nos había regalado Rafa, ninguna protección solar parecía suficiente y teníamos que protegernos la cara! Estamos en el Rastro, en Monastiráki, entre los anticuarios y chamarileros que invaden la Plaza Avisinias.

Fue la semana del Starbuck, la mejor opción después de comer por varias razones:
1ª El aire acondicionado funciona realmente bien y uno está muy fresquito. 2ª Tienen el mejor frapuccino caramel macchiato que he conocido hasta la fecha y que te devuelve a la vida. 3ª ¿EL precio? No dista mucho de los cafés griegos que se caracterizan por ser caros. 4ª Lo mejor: siempre hay sitio y siempre puedes pillar el sillón! – lo griegos prefieren sus cafeterías tradicionales con su Frappé…
(El Parlamento de fondo, en la Plaza de Sintagma, desierta a esas horas, una solana en toda regla...)

El jueves nos separamos por unos días, ellos se iban a Santorini y yo a España de boda (próxima entrada), pero aún tuvimos un día a nuestra vuelta para disfrutar juntos, comer en el restaurante que más nos gustó, comprar aquello que nos habíamos olvidado, tomar el último frapuccino y subir al Monte Likavitos que aunque repetía, esta vez era para disfrutar del atardecer, un día soleado, nada que ver con la vez anterior. (dura subida al Monte)

Subimos en funicular y tuvimos suerte de coger justo el último para ver cómo cae la tarde. (Al fondo La Acrópolis y más al fondo el mar y el Pireo)

También coincidimos con la recogida de la bandera, creo que nadie lo esperaba y todos pusimos cara de “¿y éstos?” cuando aparecieron los dos militares por allí, uno encargado de bajar la bandera mientras que el otro se cuadraba (les faltó entonar el himno) para finalmente doblarla entre los dos, saludar e irse por el mismo camino por el que vinieron. Según me habían comentado, la primera bandera en izarse y bajarse es la que está sobre la Roca Sagrada, en la Acrópolis, y después todas las demás en diferentes puntos de la ciudad.


Después de diez días de turisteo y con los viajes que cada uno hicimos entre medio terminamos machacados! Pero qué importa terminar exhausta si es a causa de haberlo pasado de maravilla, reírnos muchísimo con nuestras historias, ¡tener varias anécdotas divertidas para recordar! Dentro de poco os tocará a vosotros hacer de anfitriones en Jaén, ¡a ver qué me tenéis preparado que voy con muchas ganas! ¡Besos para mi pareja preferida!